Intercambio de libros

[JuanCarlos]

En este encuentro realizaremos un intercambio de libros de acuerdo a las siguientes reglas:

1.- El que quiera participar, tiene que llevar al menos un libro. Cuando lleguéis habrá un saco grande en el que echar el libro y una bolsa pequeña en la que tenéis que meter un papelito con vuestro nombre. Habrá papeles y boli preparado.

2.- Requisitos del libro: Puede ser nuevo o usado, novedad o clásico. La única regla fija es que sea uno que a ti te gustaría que te regalasen. Vamos, que no aproveches para librarte del truño que tu cuñado o cuñada te endiñó por Navidad. También puede ser un libro propio, que para eso somos escritores

3.- Si alguien lleva varios libros inseparables (por ejemplo, las tres partes de una trilogía) con la intención de que el agraciado en el sorteo se lleve los tres juntos, por favor, que los sujete bien. Un par de gomas, un cordel de esparto, una cinta con lacito... cualquier cosa hace el apaño. En el saco los libros se desordenan, eso es tan seguro como la muerte o los impuestos, y luego acabamos con un reparto a trozos o teniendo que parar el sorteo mientras se busca en el saco el resto del lote.

4.- Libros extras. Se participa con 1 libro. Si alguien se siente generoso, altruista o lleno de fe proselitista-lectora y lleva más de uno, que quede claro que lo hace por bondad de corazón, no para llevarse de vuelta más de uno. Todos los libros irán al saco sin distinciones, y cuando acabe la primera vuelta del sorteo (esto es, cuando salgan todos los nombres), si quedan libros, se volverán a meter a la bolsa todos los papelitos y vuelta a empezar, hasta que se acaben todos los libros.

5.- El sorteo será al azar. Servidor cogerá del saco un libro a ojos cerrados, una mano inocente sacará un papelito de la otra bolsa y ya tenemos ganador inapelable. No vale «Ese no me gusta», «Ese ya lo tengo», ni siquiera «Ese es el que he traído yo». Para estas circunstancias, ver el punto siguiente.

6.-Finalizado el sorteo se abrirá el mercadillo persa, para que todos los que hayan recibido un libro que no sea de su agrado por el motivo que sea, intenten intercambiarlo con alguien en su misma situación. También es un buen momento para encontrar al donante del libro que nos ha tocado y que nos lo dedique como recordatorio del encuentro playero.